Los atletas pierden agua y electrolitos como consecuencia de la sudoración termorreguladora durante el ejercicio y es bien sabido que la tasa y composición de la pérdida de sudor puede variar considerablemente entre individuos.
De la misma forma, según la literatura reciente, se ha estudiado el efecto del sodio como una ayuda para mejorar el rendimiento al reducir la acidosis durante el ejercicio.
El sodio es un mineral de mucha importancia para la correcta trasmisión del impulso nervioso. Se puede encontrar en la sal común y en la gran mayoría de los alimentos. Gracias a su abundante presencia en la naturaleza, es difícil presentar un déficit de este nutriente en condiciones normales.
Sin embargo, los deportistas pueden tener necesidades aumentadas de este mineral, debido a las pérdidas que se dan mediante el sudor. El sodio presenta una especial importancia en los deportes de resistencia, sobre todo a la hora de mantener el equilibrio electrolítico.
Desde su primera descripción en 1985, han evolucionado dos teorías opuestas para explicar la etiología de la hiponatremia sintomática del ejercicio. El primero sostiene que la afección ocurre solo en atletas que pierden agua y sodio durante el ejercicio y no logran reemplazar completamente sus pérdidas de sodio. La segunda teoría sostiene que la forma sintomática de esta condición ocurre en deportistas que generan una sobrecarga de líquidos corporales como consecuencia de una ingesta excesiva de líquidos durante el ejercicio prolongado.
Se argumenta que la promoción de la idea de que los atletas deben beber tanto como sea posible durante el ejercicio ha producido, en lugar de prevenir, el reciente aumento en la incidencia de esta condición. Una serie de informes de casos y estudios de laboratorio informados en los últimos 2 años han establecido que es una sobrecarga de líquidos corporales, resultante de tasas elevadas y sostenidas de ingesta de líquidos, lo que causa la hiponatremia sintomática del ejercicio. No existe evidencia de que, en ausencia de sobrecarga de líquidos, los habituales déficits de sodio generados durante el ejercicio puedan provocar esta afección.
Estos hallazgos confirman que la condición potencialmente fatal de la hiponatremia sintomática se eliminaría del deporte de inmediato si se advirtiera a todos los atletas de los peligros de ingerir la mayor cantidad de líquido posible durante cualquier ejercicio que dure más de 4 horas.
Asegurar la ingesta de sodio
Una pérdida grande de sodio en el deporte de resistencia puede traducirse en la aparición de calambres musculares. Por este motivo, es necesario garantizar su aporte de forma regular.
Esto puede llevarse a cabo mediante bebidas para deportistas enriquecidas con sales minerales. Este tipo de preparados a menudo cuentan con una disolución de carbohidratos a mayores para aumentar el rendimiento.
La importancia del equilibrio electrolítico
A la hora de encarar una prueba de resistencia, resulta fundamental garantizar un correcto estado de hidratación y un equilibrio electrolítico. Las pérdidas importantes de sodio pueden conducir a una hiponatremia, que resulta fatal en algunos casos.
La causa fundamental de las hiponatremias es un desequilibrio electrolítico, bien producido por un exceso de ingesta de agua —poco probable— o por una pérdida excesiva de sodio mediante el sudor. Para prevenir esta situación, es fundamental garantizar la reposición de sales minerales durante el ejercicio de larga duración.
Esta labor se torna vital cuando se compite bajo condiciones de temperatura y humedad elevadas. Debido a ello, es crucial monitorizar la ingesta de líquidos y electrolitos para prevenir caídas en el rendimiento asociadas a la deshidratación o a la falta de nutrientes.
Añadirle más sodio a las comidas en forma de sal
Una estrategia eficaz a la hora de garantizar correctos niveles de sodio en deportistas consiste en salar más las comidas de lo habitual. De este modo, preparamos al cuerpo para la actividad posterior y rellenamos los depósitos de este mineral una vez finalizada la prueba.
A pesar de todo, la ingesta de sodio no debe de realizarse de manera aislada; esta debe ir en consecuencia con el consumo del resto de los minerales que el organismo necesita para garantizar que no se producen desequilibrios.
Un déficit de magnesio podría, por ejemplo, aumentar la probabilidad de sufrir un calambre muscular, lo que podría detener por completo el avance del deportista. Para cubrir estos requerimientos, a menudo se consume una pastilla de sales minerales junto con una cantidad adecuada de agua antes de comenzar una prueba de resistencia.
Recomendación
Un periódico Test de Hidratación, te ayudara a conocer tu tasa de sudoración y la perdida de sal. Como resultado de esta medición podrás preparar un Plan de Hidratación que te permitirá mantener los niveles de energía durante los entrenamientos y competencias, logrando asi tener resultados de calidad
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